El día de 25 de diciembre, cuando otros están todavía de resaca o continuando con las celebraciones navideñas, nosotras emprendíamos viaje, por primera vez, con el concierto interactivo, a Madrid! concretamente, a la Sala Tarambana, sala considerada puntera en España en la programación infantil.
El viaje fue más largo de lo deseado. Nos encontramos con lluvia, viento y nieve! así que nos demoramos casi 6 horas, para llegar muertas de frío! (10 grados menos que en Alicante) a la casa que nos prestaron nuestros amigos Manolo y Carmen… Gracias familia!
No tardamos nada en irnos a dormir ya que al otro día teníamos que levantarnos bien temprano para la prueba de sonido y el montaje antes de la primera función (a las 12:30hrs).
Inés en la prueba de sonido (gracias Gus!)
todo listo para empezar!
No, no, no, no puede ser cierto.. Pichu sin voz. Cosa muuuuy rara en Pichu, pero mantuvo la boca cerrada hasta llegar a una farmacia y que le dieran un medicamento que le permitiera actuar.
No hubo mucho público, sabíamos que era mala fecha pero aún así, pusimos toda nuestra energía y los asistentes se lo pasaron genial y de hecho, ellos salieron súper contentos porque se sintieron en familia.26 de diciembre, por la tarde:
A la afonía de Pichu se le sumó la fiebre, así que sumamos ibuprofeno porque teníamos que volver a darlo todo! y más, cuando nos enteramos que teníamos más de medio aforo!
Muy motivadas salimos al escenario y todo fue “a pedir de boca”: los niños estuvieron muy animados y los padres tenían muchas ganas de divertirse también, así que acabamos abrazándonos con todos y haciéndonos fotos que luego no nos han mandado… tirón de orejas, papis!!
27 de diciembre, por la mañana:
Ah no, esto si que no, yo, Inés, sin voz!!!!!! Una visita más a la farmacia, que se preocuparon tanto como nosotras e hicieron todo lo posible por darnos el remedio más acertado.
Pude cantar, pero en una octava más grave de lo que es habitual en mi. Teníamos medio aforo de nuevo y, casualidad o no, nuestro público eran todos menores de 4 años, así que los protagonistas de las interacciones fueron los padres, mientras les hicimos lugar a los pequeños en el escenario, que tan pronto bailaban o se sentaban con Pichu o se tumbaban y reptaban por él… qué divertido!
Aquí tengo que hacer un paréntesis para agradecer a Laura Martínez, una amiga que además de venir con su hija Clarita y su panzota de 8 meses de embarazo! arrastró a un montón de papis del cole de su hija, con sus respectivos peques.27 de diciembre, por la tarde:
Para ese entonces, las dos estábamos muy tocadas de salud, pero por suerte “Santa Adrenalina” nos hizo la visita tan esperada justo antes de empezar la función para que pareciera que estábamos en perfecto estado.
Y como la cosa venía “in crescendo”, colgamos el cartel de “No hay entradas” yujuuuuu!!!!!
entradas agotadas!
Es raro que nosotras digamos esto porque somos muy exigentes pero… fue perfecto!!!
Los niños hicieron coros, palmas y todo lo que se les pedía, y los padres, no solo animaban a los niños, sino que participaron como ellos y además, derrocharon un sentido del humor excelente prestándose a todas las bromas que Pichu les hacía.
¿Cómo acabó el concierto? Con el escenario invadido de niños bailando y los padres haciendo lo propio en la grada… todo un EXITAZO!
¿Cómo acabó el concierto? Con el escenario invadido de niños bailando y los padres haciendo lo propio en la grada… todo un EXITAZO!
Pichu e Inés en el camerino
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